La decoración es un elemento clave para convertir una vivienda en un hogar. Adaptar nuestro salón o nuestra habitación al estilo que nos gusta nos hará sentirnos mucho más a gusto en ese lugar y disfrutarlo aún más, porque encontraremos que ese sitio se ha convertido en nuestro gracias al reflejo de nuestros gustos en todo lo que nos rodea. Cada cual tiene un estilo de decoración favorito, y hay quien prefiere el minimalismo más modernista y otros que solo buscan un ambiente más recargado, con un montón de muebles y objetos. Lo moderno por un lado, y lo clásico por otro, destacando en este último estilo el diseño rústico.
Quien más quien menos ha tenido una casa en el campo o ha pasado largas vacaciones en alguna, ya fuera de la familia o de algún amigo. Ese estilo tan especial de las casas rurales es el que muchos quieren llevar a sus viviendas habituales, normalmente casas grandes ubicadas en urbanizaciones o a las afueras de las ciudades, en chalets unifamiliares donde hay sitio de sobra para poder permitirnos un estilo rústico, que suele ser más abierto y amplio porque necesita de unos materiales más fuertes y vistosos tanto en decoración de muebles como en paredes, vigas o techo. Veamos cómo conseguir este estilo.
Madera: uno de los materiales clave
Si estás buscando adaptar ese estilo tradicional y rústico a tu propio hogar, seguro que has pensado ya en un montón de opciones para las paredes, el techo o los muebles. La madera noble, sobre todo la de roble y nogal, son materiales habituales en la decoración de este estilo. Y es que en estas casas se necesitaban unos fuertes pilares y lo que más abundaba era la madera, antes de ser construidas en hormigón. Por eso este material le da un toque tan tradicional y vetusto al hogar, pero también elegante, porque se puede conseguir un ambiente muy especial con este tipo de materiales.
La clave está en saber utilizarlo de una manera eficiente y no solo para abultar. La madera no es precisamente barata, así que utilizaremos la más resistente y noble para los puntos clave, y en el resto buscaremos algunas más baratas, como para los marcos de las puertas o las propias puertas en sí. La madera da un look muy marcado a cualquier estancia, de robustez y resistencia, y si es eso lo que estamos buscando para nuestro hogar, seguro que no encontraremos una forma mejor de conseguirlo que aportar este tipo de materiales incluso para el techo, a través de vigas o arcos entre estancias.
Otros elementos típicos son el barro y la piedra
Antes de que el hormigón se convirtiese en el material oficial de construcción en todo el mundo, las casas se hacían de madera, barro y piedra. Estos tres materiales son bastante resistentes, y prueba de ello es que todavía quedan en pie muchísimas casas construidas hace siglos de esta manera. El barro y la piedra dan un aspecto muy especial a cualquier estancia, y deben ser utilizados con inteligencia para no convertir el salón de nuestra casa en una fonda. Ya no se lleva tanto eso de la piedra vista en el salón, pero podemos pulirla o crear algo especial con ella, para darle un toque más tradicional a la estancia.
Se puede utilizar también esa combinación de barro y piedra en los cobertizos, o incluso en los dormitorios, para darle un toque más rural a esa zona. Este tipo de materiales suelen ser muy buenos aislantes, siempre que estén bien mezclados y preparados. Es cierto que cuesta más levantar una habitación con barro y piedra, pero una vez conseguido se suele mantener de maravilla. Si no nos atrevemos a darle tanta importancia a estos materiales en el salón, siempre podemos conformarnos con utilizarlos en una gran chimenea, por ejemplo, algo que sí que encaja en este tipo de estancias y que dará igualmente un toque muy especial al salón.
Muebles, accesorios y complementos decorativos
La utilización de ciertos materiales dota de un encanto especial a un estilo de decoración, pero son los accesorios, los muebles y complementos los que le dan ese toque definitivo que estamos buscando. En el diseño rústico, lo habitual es encontrar muebles bastante grandes de madera, que además sean viejos o estén avejentados por su propio uso, siendo mucho más realistas de esta manera. No hablamos de muebles de diseño que se montan en dos minutos, sino de auténticos armatostes que, una vez montados, seguramente se queden con nosotros toda la vida.
Muebles como cómodas o baúles son muy típicos de este estilo, especialmente en los dormitorios, así como grandes espejos con ornamentos de madera. También podemos colocar incluso cuadros sobre naturaleza y campo, que le dan también un toque mucho más rústico y tradicional. Colgar algunos aparejos de campo en la pared puede parecer algo excesivo para muchos, pero es también una forma de darle un sabor más auténtico, especialmente si la pared es de piedra y barro. Las plantas suponen también un detalle maravilloso y muy creativo en este tipo de diseño.
Consejos para lograr una buena decoración rústica
Evidentemente, el uso de los materiales antes mostrados es esencial para conseguir ese toque rústico que estamos buscando en nuestra vivienda, sobre todo para el salón o el dormitorio. La utilización de madera especialmente hace que un lugar automáticamente se convierta en un sitio especial, con una decoración tradicional. Hemos de tener en cuenta que este tipo de decoración no tiene tanto ornamento, es mucho más sencilla y eficaz en cuanto al uso de los materiales y demás, sin muchas florituras, solo aprovechando lo que se tiene.
La decoración rústica es una forma muy especial de darle a nuestra casa un toque diferente. Es por definición acogedora, así que es una buena manera de adecentar nuestro salón para sentirnos mucho más a gusto en él y pasar horas allí. Los muebles suelen ser más grandes, pesados y resistentes. Grandes sillones o incluso mecedoras, que son todo un clásico que se está perdiendo, a pesar de ser tremendamente cómodas. Sobriedad, cuadros de naturaleza, alfombra sin estampados… Todo se rige por lo eficaz, lo sobrio, con mucha presencia de marrones, naranjas y rojos apagados, así como de verdes tierra.