Casa en el árbol, ¿cómo fabricar una?

Las hemos visto en películas, en series de televisión. Hemos leído sobre ellas, y hasta los más afortunados han podido disfrutar de una en su infancia. Pero para la mayoría, tener una casa en el árbol era solo una fantasía, algo inalcanzable. Para empezar, había que disponer de un buen árbol, grande, fuerte y robusto, que estuviera en nuestra casa, o al menos en un terreno cercano. Allí se debía construir, con maderas y en la altura, una casa que pudiera albergar a varias personas, aunque fueran niños. Y todo ello, con la simple inocencia de quien piensa que lo sabe todo a tan corta edad. Crear una casa del árbol cuando somos críos es bastante complicado, por no decir imposible. Sin embargo, cuando ya hemos crecido, tal vez puede ser una buena alternativa para nuestros críos. Todo es ponerse manos a la obra.

Una casa en el árbol es un lugar especial, único, donde los chicos pueden disfrutar de su intimidad, tan necesaria muchas veces a esas edades. Es un lugar “fuera” de la jurisdicción de los padres, aunque estos están permanentemente atentos a lo que ocurre allí, cuidando que las cosas no se desmadren demasiado. Es el lugar donde un chico puede dar sus primeros pasos hacia la adolescencia, un sitio que puede considerar suyo y solo suyo, más allá de la habitación que tiene en casa de sus padres. Construirla ya cuando uno ha crecido, con las habilidades suficientes, el tiempo y el dinero necesarios para conseguirlo, no es sencillo, pero desde luego tampoco imposible. Sigue estos consejos y lo tendrás mucho más fácil.

Qué tener en cuenta antes de construir una

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Si hemos decidido construirle a nuestro chico una casa en el árbol, o hacerla para nosotros, porque también podemos disfrutar de un rincón así cuando somos algo más mayores, lo primero que debemos tener en cuenta es el lugar. El árbol que escojamos debe ser viejo, robusto y alto. Tampoco debemos querer colocar la casa en lo más alto del mismo. Con ponerla a unos tres o cuatro metros será más que suficiente, para evitar también que haya caídas fatales en caso de accidentes. Tomaremos las precauciones necesarias, y buscaremos árboles que tengan copas bien grandes, para poder trabajar en ellas. Vamos a tener que cortar algunas ramas, y es necesario saber cuáles dejar, para que la casa se mantenga sobre el árbol.

Comprobación de la zona

Encontrar el árbol perfecto es importante, incluso pudiendo construir la casa entre dos o tres copas, para hacerla algo más grande y que cuente con más puntos de apoyo. Pero no debemos quedarnos solo con eso, sino que tenemos que analizar bien todo el complejo, toda la zona colindante, para escoger el sitio perfecto. Debe ser un lugar en el que quedemos resguardados de las lluvias, por la propia copa de los árboles. También un sitio en el que no haya animales salvajes peligrosos, que puedan darnos un susto de muerte en el momento más inesperado. Construiremos nuestra casa del árbol cerca de alguna vivienda ya levantada, y si lo hacemos en el bosque, trataremos de no internarnos demasiado. Lo mejor es tener un buen jardín, o una huerta o campo, y prepararla allí, en un terreno que además será cien por cien nuestro, quitándonos de problemas en ese sentido.

Materiales que necesitas

La construcción de una cabaña o casa en el árbol requerirá sobre todo de mucha madera, que podemos obtener en grandes paneles o en listones. Todo ello debería ir pegado y bien sujeto con clavos y tornillos, que también nos harán falta unos cuantos. Las cuerdas y bridas fuertes, para hacer que la casa esté mucho más estable sobre las ramas del árbol, nos ayudarán igualmente a conseguir que nuestro proyecto salga de maravilla. Y por supuesto, debemos colocar una entrada, con una puerta de madera a ser posible, por lo que también necesitaremos bisagras. Si tenemos la casa en el árbol cerca de nuestra casa habitual incluso podemos darle luz a través de una toma de corriente, que esté en el jardín por ejemplo. Con todo esto, nuestra imaginación será el único límite para crear la casa perfecta.

El proceso de fabricación

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A no ser que dispongamos de una grúa bastante grande y pesada, lo más habitual es construir la propia casa sobre el árbol, in situ, para poder adaptarnos además a la forma del entorno. Lo primero que debemos hacer es asegurar la base con buenos listones o incluso grandes troncos colocados de forma vertical para sostener el suelo, ayudándonos con las propias ramas del árbol. Una vez tengamos el suelo bien colocado iremos poniendo las paredes, una a una, dejando hueco para la puerta y alguna ventana como mínimo. En cuanto al techo, podemos colocarlo al final o utilizar un par de paneles más grandes y gruesos, para hacerlo en forma de tejado, y así ganar unos centímetros más en el centro de la casa. Tener conocimientos de carpintería es indispensable para este tipo de trabajos, pero también lo es conocer muy bien las necesidades de una construcción  y tener en cuenta el peso, el viento y los agentes externos, para que nuestra casa nos dure lo máximo posible.

¿Necesitas permiso de obra?

Es un tema peliagudo, porque de hecho, la casa del árbol constituye al fin y al cabo una nueva edificación, aunque sea menos permanente que una casa habitual. Si planeamos construir una por nuestra cuenta en nuestra parcela, sin afectar a nadie, en principio no debería haber problemas, pero es bueno hablarlo con el ayuntamiento, sobre todo con la gerencia de urbanismo, para curarnos en salud. Es como poner una caseta de madera en el jardín. En realidad no tiene ningún tipo de riesgo y ni siquiera es para habitarla, pero es necesario obtener los permisos pertinentes. En muchos casos, al no necesitar una obra con maquinaria pesada ni tirar paredes, los ayuntamientos suelen conceder los permisos para estas casas fácilmente.